Todos duermen.
La carretera está totalmente vacía de coches y llena de la escarcha de la noche. De una noche en la que la luna tenía un halo resplandeciente de esos que se ven muy pocas veces. De una noche de hadas y duendes. De una noche en la que ha vuelto a ser antorcha entre las sombras.
Y en su pensamiento un gustillo que no sabía a nada conocido.
Era como una vaga sensación de estar llegando al final de tu destino; de estar
descubriendo el misterioso camino que a veces traza el amor; de estar comprendiendo
que los regalos que la vida nos da hay que agarrarlos fuerte porque puede que se escapen y que no
haya una segunda oportunidad de cogerlos; de estar llenando de aire limpio la habitación
antes llena del humo de cigarrillo.
En su mente tranquila, rebota aquello que un día dijo tal
como lo sentía: los actos de amor, de ese amor al que se le pueden poner tantas
etiquetas, tienen que estar basados en querer que el otro use todos los colores
que tiene en su paleta. Y si se puede hacer que, mezclando, invente un color
nuevo, la alegría es completa.
Las calles vacías de gente y llena de suspiros suspendidos,
de besos perdidos y de silencios adormecidos, la llevan hacia su cama, donde
las letras se agolpan y donde sabe que, siempre, tiene un beso suyo debajo de
la almohada.
¡¡Buenas noches!!
¡Que descanses!
#Escritos
¡Buenos dias! Besos de colores para tu hada trasnochadora.
ResponderEliminarBello y sereno , calmo y con pausa , recogemos el beso para que nos haga compañía sobre la almohada.
ResponderEliminarUn saludo
Muy buena compañía para pasar una buena noche.
EliminarGracias y saludos