viernes, 29 de marzo de 2013

Cachitos

Un campo en otoño vestido de marrón y amarillo.
Ayudarte a preparar una tempura japonesa midiendo la temperatura del aceite con los trucos que conoces.
Recibir cada mañana los buenos días, envueltos en besos dulces.
Que me quites el libro que se me durmió encima porque mis brazos se relajaron del todo.
El olor a salitre de la ciudad en invierno.
Pintar una sonrisa en tu cara.
Sentarme al sol del invierno cálido y recibir su calor en mi cuerpo.
Verte dormir a mi lado.
Leer sentimientos acompañados de música suave.
Disfrazarme de diablillo y pincharte con el tridente.
Sentir que mi corazón late contento.
Los momentos de risas cómplices con los niños.
Amar de madrugada.
Evocar la felicidad de momentos pasados, a veces con lágrimas en los ojos.
Tenerte a mi lado cuando necesito tu mano.
Plasmar en letras lo que sólo tenemos en la mente.
Poner mi color en tu vida.
Que me comas a cachitos cada noche.
Perderme en nuestro paraíso particular.
Conocerte cada día un poquito más.
Oir el sonido de la trompeta tocándole al tiempo de verano.
Bailar una samba mientras te beso.
Desear que mis deseos se conviertan algún día en realidad.
Ser un instante en la vida de los demás.


Cachitos de felicidad, uno encima de otro, uno al lado del otro. Cachitos de felicidad unidos que hacen que los momentos aislados se puedan transformar en algo sólido.
Ese es mi secreto: descubrir los trocitos de felicidad allí donde muchos no ven nada.




(Vídeo de Javi López)




@Escritos

miércoles, 27 de marzo de 2013

Cómo quisiera

Aire, agua, alas, tierra
Cielo, flora, nubes, barcas
Palabras, notas, luz, color.

Un trozo de vida hecho con letra, imagen y música.

Y como en nuestra historia,
al compás de un diapasón,
llevando un mismo ritmo pero con notas disonantes,
hablan al mismo tiempo letra, imagen y música...
...diciendo cosas distintas.

La letra que quiere decir mucho y no llega a todo.
La imagen clara, que refleja tranquilidad, paz, relajación.
La música dulce, con cadencia armónica y modulada con palabras de desamor.



Y el alma henchida,

con suspiros de amor.

El cuerpo tenso,
esperando una ilusión.

Emoción de manos que le acaricien al son de una canción.



El cielo azul y blanco.
El mar de plata y añil.

Tras la fuerte tormenta, el agua descansa limpia,
esperando ser surcada por las naves que en ella descansan.
Barcas de pequeño tamaño que nos llevan, sin prisas, de una a otra orilla;
porque para llegar lejos no hacen falta grandes barcos, sino viajes seguros.

Reposo de los guerreros.
Remanso de paz y amor.
Cobijo de una emoción.
Espacio de nuestra mente donde se esconde la ilusión.

Vivir con aire,
vivir con agua,
quererte cada día más,
vivir contigo.

Eso es lo que yo querría hasta el final de mis días.





@Escritos

lunes, 25 de marzo de 2013

Atrapada

Atrapada en tu abrazo noto tu pecho que sube y baja.

Mis manos no pueden parar de buscar tu piel porque necesitan saber que estás vivo, que tienes ganas de que te cuente de qué color son las caricias que tocan el alma.

Los ojos, entornados. Dejando pasar esa mínima claridad que nos deja estar en el mundo sin estar pendiente de él; porque ahora mi universo eres tú.

Vine corriendo de tierras lejanas con la ilusión de una niña que sabe que en casa le espera un cachorro recién nacido, con la esperanza de llenar la distancia de oxígeno, con el delirio de transformar la soledad en un paseo de dos bajo las sábanas. 

Y por la mañana, nuestras voces se acoplaron, nuestras respiraciones se hablaron y nuestros besos volaron.

Dí todo lo que pude para procurar la calma de un alma abrumada, y a cambio disfruté de los rayos de sol que se colaron a raudales por la ventana antes cerrada.


Volví a casa, con un pellizco en el alma del que sabe que la felicidad solo la consigue el que da sin esperar nada.


Y la noche me esperó sin dormir para acompañarme en mi soledad callada, a la espera de esos días en que cada hora del reloj nos cortejará como solo sabe hacer un caballero a una dama.








@Escritos

miércoles, 20 de marzo de 2013

Dónde está la paz

Cuando los detalles no importan
Cuando todo se justifica con la falta de ganas
Cuando llega a sobrar una única palabra
Cuando los días pasan dormidos y las noches despiertan fantasmas
Cuando un recuerdo dulce no provoca paz, sino lástima
Cuando las sonrisas se hielan y ya sólo se ven lágrimas
Cuando la duda nos atenaza el alma

Cuando en lugar de sentirnos amados sentimos la amenaza
Cuando vemos negro lo que era de color 
Cuando un abrazo es un precio demasiado alto
Cuando tenemos certeza de dónde no está la felicidad del alma


Quizás es el momento de echar amarras
Cerrar compuertas
Estancar las aguas
Quedarnos con lo puesto
Conseguir que no entre nada



Cada esquina guarda su historia y no la vemos hasta que la hemos pasado y en cada final se encuentran, aún sin querer, nuevos principios. Porque sabemos que la felicidad no puede ser tan cara.
 


Para construir un barco y que navegue hay que tener tiempo y ganas.
Pero para hundir la flota entera, con un cañonazo basta.



 


Paz para esta joven guerrera que, para ganar, no necesita las armas...







@Escritos

jueves, 14 de marzo de 2013

Mensaje al viento

Y ¿qué pasa cuando abandonas todo lo que tenías preparado para decir sólo “te quiero”?
 


Porque...

sentir tus manos dormidas debajo de las sábanas,
despertarme y saber que estás a mi lado,
mirarte y ver en tu cara y en tus ojos una sonrisa,
sentir cómo te inclinas sobre mí al saludar el día,
comerte a besos mientras protestas calladamente,
recibir tus letras, tus flores y tus poéticas estrellas,
pensar cada día cómo puedo darte las gracias,
desear hacerte feliz una eternidad finita,
oír tu voz con ese deje a veces profundo, a veces de chispa,
disfrutar de las pompas de colores que se elevan cuando hablas,
caerme y sentir lo primero tu mano,
intentar explicarme entre sollozos y que me digas que me calle,
aprender del juego-arte del que eres el más grande maestro,
tenerte conmigo sin necesidad de jaulas,
que beses sin miedo mis cicatrices que se abren,
ser el centro de tu felicidad sin interferencias pasadas,
tu valentía para alejar de mi los fantasmas,
esperarte en el frescor del jardín para sentir el sol en nuestras caras,
compartir mis silencios mientras la música nos envuelve,
abrazarte aunque nos separe la distancia,
gozar de tu tranquila pasión desenfrenada,
saberme por ti deseada,
estar segura de que, a partir de ahora, vas a cuidar -como solo sabe el que de verdad ama-, mi alma.

...es todo lo que me apetece ahora, después de recrearme en ti y en tus palabras.

Todo eso es lo que siento y lo resumo en mis “te quiero”.







@Escritos

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Jugamos?

JUGAR a la caída de la tarde, cuando la playa está vacía.

Disfrutar de los ratos de locura que a veces la vida nos regala.
Porque somos carne y huesos, pero también ilusiones, esperanzas y alegría de vivir.



REIR a carcajada limpia o con una media sonrisa tímida.
Relajarnos, abrir nuestra capacidad de amar, liberar las tensiones del cuerpo y del alma.
Porque aunque haya nubes en el horizonte, conseguirás traspasarlas si sonríes.



SENTIR no sólo oliendo, gustando, tocando, viendo y oyendo sino también con el sentimiento.
Recordar, idear, emocionarse con aquello que nos provoca felicidad.
Porque a medida que uno se acerca a su objetivo va creciendo el ansia por conseguirlo.



Me cuesta verte triste, sentirte lejos, oler tu preocupación, oir tus lamentos callados. Me cuesta no abrazarte cuando querría estar a tu lado.


Y no puedo jugar, sonreír ni sentir sin tí. Porque llegaste a mi vida e iluminaste mis días.

¿Jugamos?






@Escritos

lunes, 11 de marzo de 2013

Anochecer contigo

Anochece.

El sol va dejando paso a la luna y con ella, las estrellas.

 


Es justo el momento en el que las imágenes se distorsionan, la luz se vuelve extraña, se desdibujan las formas. Y en poco tiempo, el manto gris se vuelve negro.

El sol se esconde, se va, y no parece que tenga ganas de volver, al menos hasta mañana.

La sombra única que nos acompaña en nuestros paseos a la luz del sol, se multiplica cuando se encienden las farolas. Y de nuestros pies, en vez de uno, salen tres o cuatro “yos” sin cara ni rasgos visibles.

Empieza entonces el tiempo de soñar, de sentirse libre entre las tinieblas. Porque el alma contradice al cuerpo, y cuando éste reposa, ella despierta.

El calor del día deja paso al fresco de la noche.

La actividad se transforma en tranquilidad y reposo.

El bullicio de los niños se aquieta y se empiezan a oir los grillos.

Y cuando cae la noche del todo, cuando la oscuridad todo lo envuelve, mirando hacia arriba extasiados por el paisaje de estrellas lucientes, una cola de fuego, una estrella fugaz, pasa ante nuestros ojos a tanta velocidad que no sabemos si es verdad que la hemos visto.

Mientras todo esto pasa, te doy mi mano, despacio, sin hablar y sigo extasiada. Porque tocarnos, comunicarnos con la piel, sentir la presión de otros dedos, el suave tacto de un cuerpo encendido para alumbrar mi noche hace que el anochecer sea, simplemente, algo mágico contigo.






 



@Escritos

sábado, 9 de marzo de 2013

Verde

Distraida, me quedé mirando un rincón del jardín. Un rincón verde, como debe ser.




Y pensaba que el verde no es sólo un color. Es una filosofía de vida.
 

Porque podremos notar claramente el olor del verde, el sabor del verde, el gusto del verde, el tacto del verde y el sonido del verde. Pero si sabemos ir más allá, podremos percibir la cualidad del verde: Verde natural, verde sensible, verde intimista, verde armonía, verde curación, verde optimismo, verde esperanza, verde interior, verde abundancia, verde vida. Verde que...

es un pedazo de cielo,
es una mano amiga,
es un trozo de corazón,
es un gesto,
es un gorrión que salta sobre una hoja,
es una palabra cálida,
es un beso que no espera recompensa,
es un sueño incumplido,
es una promesa clavada en la solapa,
es un abrazo al abrigo de las miradas,
es una denuncia,
es un grito,
es un te quiero,
es un deseo que se hace sueño para ser realidad,
es un vértigo que se hace presencia,
es una presencia que se convierte en música,
es una música que se hace calle, flor, aire, esperanza, espera....

Y si sientes bien el verde puedes descubrir unos sentidos de los que nunca nadie te habló porque los ignoran, porque no saben que hay más de cinco, porque el verde son muchos colores juntos, porque la vida te busca por encima del color, porque el aire te necesita como la angustia del cariño, porque el verde nunca es soledad sino una sensación de compartir el contacto del viento...



¿Sabías qué tú eres de color verde?




@Escritos


jueves, 7 de marzo de 2013

Deseos

Cierra los ojos.

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Déjate llevar por el olor, por el sonido, por el color de quien tienes al lado. Y déjate llevar muy lejos (con los ojos cerrados). Tan lejos, que aún estando quieto, estés a miles de kilómetros.
 



Piensa despacio qué sientes, qué quieres, qué anhelas, qué buscas y qué tienes.

Siente el calor, el sudor, la sal y el amor que fluye a tu lado.

.....................................

Vuela sin alas adonde te dejen tus brazos.

Nada despacio buscando la línea del horizonte.

Corre deprisa hasta alcanzar los minutos perdidos.

Salta las vallas que te cierran la salida.

Agárrate a la cuerda que han tejido mis manos.

...........................................


Y ahora, abre los ojos.

Mira a tu alrededor y date cuenta de que eso que has imaginado es real: sólo tienes que desearlo.


Estira el brazo para alcanzarlo.








@Escritos 

lunes, 4 de marzo de 2013

Alas transparentes

Darabita salió de su escondite. Ese que nadie es capaz de descubrir aunque pongan todo su empeño en ello.

Sabía que había unos cuantos seres de la noche que la estaban vigilando. Porque su misión en su mundo de fantasía era dar felicidad -de la manera en que pudiera y la dejaran, pero dar felicidad siempre- a quien se cruzara con ella, y había algunos que eso no lo soportaban.


A
l salir del escondite y tras el consabido...¡¡preparados, listos, ya!! Darabita no paró de volar y volar con sus alas transparentes. Unas alas que, como casi no se ven, le dan el aspecto de una pequeña mujer que es capaz de desplazarse por el aire sin hilos, sin aparatos que la deslizaran, sin mover nada de su cuerpo….sin ningún esfuerzo.

Esas membranas tan extrañas que salían de su espalda parecían frágiles, pero están hechas de un material mágico no conocido por la ciencia humana que es mucho más resistente que cualquiera de los usados para construir naves espaciales.

Así que el problema de Darabita para moverse no era nunca debido a sus alas. Era que hacía tanto bien por donde pasaba, repartía tanta magia, se ocupaba de proporcionar felicidad con tal ahínco, que en ocasiones se quedaba sin ferritina que la sostuviera a ella. Incluso a veces tenía mareos, palpitaciones, le temblaba el pulso y estaba agotada … casi no tenía fuerzas para seguir…pero lo seguía haciendo.

Los que la conocían bien sabían que nunca, pasara lo que pasara, dejaría de dar paz y libertad ni de procurar la felicidad que estaba a su alcance, (que era mucha más de la que se pueda pensar porque no olvidemos que tenía magia en el interior de sus alas transparentes). Y ella tenía claro que, aunque en ocasiones flaqueara, con un aporte complementario de hierro podía superar sus limitaciones.
La pega a veces era encontrar  esas vitaminas necesarias para seguir, porque además, aunque muchos buscaban y usaban los efectos de su magia, nadie la ayudaba a rebuscar tan preciado tesoro en el bosque de las hadas.

Y cuando una y otra vez (y otra, y otra ,y otra) la razón le ganaba la batalla a sus sentimientos y se daba cuenta de cómo la ecuación dar-recibir estaba descompensada, ella lo que hacía era dejar de volar haciendo eses y volar en línea recta con cuidado de no chocar con nadie. Porque aunque era pequeña, podía hacer daño si a la velocidad que iba acababa metida en un ojo.


Ver volar a Darabita con su varita mágica era todo un gusto hasta para los sentidos más dormidos:

Magia de hadas que hacen volar.
Sueños de seres que quieren gozar.
Sombras de árboles que protegen del azar.
Aguas que calman la sed de dar, facilitar y otorgar.


¿Me acompañas?





@Darabita