jueves, 26 de mayo de 2016

Las olas



A la orilla de mi vida veo las olas llegar.
Olas vivas de espuma blanca,
olas de susurros suaves y rítmicos,
olas empapadas de tiernos mensajes,
olas mágicas de sol y sal.

Y en la arena fina y blanca,

grano a grano,
descubro las miles de ilusiones que me han hecho avanzar.

El paisaje parece siempre igual:

arena y olas caminando a la par.
Pero si miras bien cada gota de agua es distinta
y cada pellizco de arena tiene su brillo y color.

Me gusta cómo juegan al escondite las olas

y cómo parece que ríen cuando, descansando de tanta agitación,
mueren en la orilla para volver a esconderse de nuevo mar adentro.

Me propongo buscar entre la arena cada uno de los sueños perdidos que a la gente se le caen de los bolsillos y dejo que se cuele entre mis dedos el calor del sol encerrado en los pequeñísimos trozos de espejo, mientras mi pensamiento busca tu compañía.


Cuando el sol se va,

reclamo tu presencia a la brisa que se levanta
mientras mi mano distraída se dirige al pedacito de ternura
que tallaste con besos en mi cuello.

Siempre que miro el horizonte te siento en el otro lado.

Y a veces oigo un susurro hecho de mil pedazos de silencios: Es la oración que el mar hace y que dura desde que te presiento, hasta que se me pierde tu aroma.









@Escritos


jueves, 19 de mayo de 2016

Con mucha ternura

Me dijiste que te gustaba el frío por lo bueno que tiene el combatirlo; el placer que se siente cuando, aterido, te acercas cerca de una fuente de calor:una hoguera, un brasero, un cuerpo caliente...

E imaginé una habitación con suelo de roble envejecido, una chimenea de troncos vivos y una cama con grandes almohadones blancos.



Me ayudaste con fórmulas ininteligibles para mi mente inquieta como si fuera lo que hacías todos los días.

Y eso me hizo soñar la de cosas que podríamos hacer con la tecla 0, el signo + y un poco de imaginación entre la lógica y el texto.

Uní sueños con realidades y fui consciente de que cualquier ilusión, como por arte de magia, es capaz de hacerse realidad en cualquier instante, en cualquier lugar, de cualquier manera.



Te di las gracias por regalarme la magia de tu compañía, por hechizarme con tus caricias, por tomar el timón de mis pensamientos de madrugada.

Te deseé que tus ojos siempre encontraran otros ojos donde mirarse. Y yo hoy sé, que hay una estrella que brilla constantemente sobre mí, empeñada en que no olvide que la vida me guarda aún muchos regalos.



Oírte, verte, sentirte es y será para mí siempre un regalo que prometo cuidar siempre con mucha ternura.










@Escritos

miércoles, 4 de mayo de 2016

Reviviendo



Tus manos bailan sobre mi cuerpo como si tuvieran vida propia. A veces a ritmo de tango, otras de frenético rock.
Recuerdan la suavidad de mi piel y cómo eran capaces de arquear mi espalda con un solo roce.
En tus dedos, pequeños deseos escondidos.
En tus besos, toda la antigua pasión encadenada a mis apetitos.


En mi mente, retazos de ti que no se escapan.
En mis sueños, tu cara desdibujada.
En mi corazón, una huella de pisada.
 

Estoy cansada de sentir con tanta fuerza. Sin embargo es un cansancio que me da vida porque sin sentir, la vida no es nada.

Quisiera fundirme con el aire para pegarme a tu cuerpo.
Perderme dentro del silencio que me habla cuando te recuerdo.
Dejar a un lado las ansias mundanas.
Decirle al mundo lo que siente mi alma, que la vida pasa.


A veces te siento como el diluvio, otras como una leve gota de lluvia.
¿Qué tiene de malo vivir el presente, si la vida se vuelve del revés en un instante?
Porque, como las mareas que suben y bajan, los grandes momentos pasan, pero la mar nunca se desgasta.








@Escritos