miércoles, 4 de mayo de 2016
Reviviendo
Tus manos bailan sobre mi cuerpo como si tuvieran vida propia. A veces a ritmo de tango, otras de frenético rock.
Recuerdan la suavidad de mi piel y cómo eran capaces de arquear mi espalda con un solo roce.
En tus dedos, pequeños deseos escondidos.
En tus besos, toda la antigua pasión encadenada a mis apetitos.
En mi mente, retazos de ti que no se escapan.
En mis sueños, tu cara desdibujada.
En mi corazón, una huella de pisada.
Estoy cansada de sentir con tanta fuerza. Sin embargo es un cansancio que me da vida porque sin sentir, la vida no es nada.
Quisiera fundirme con el aire para pegarme a tu cuerpo.
Perderme dentro del silencio que me habla cuando te recuerdo.
Dejar a un lado las ansias mundanas.
Decirle al mundo lo que siente mi alma, que la vida pasa.
A veces te siento como el diluvio, otras como una leve gota de lluvia.
¿Qué tiene de malo vivir el presente, si la vida se vuelve del revés en un instante?
Porque, como las mareas que suben y bajan, los grandes momentos pasan, pero la mar nunca se desgasta.
@Escritos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que maravilloso revivir con recuerdos. Y tu los expresas con mucho sentimiento y deleite. Un abrazo
ResponderEliminar