lunes, 27 de abril de 2015

Mira arriba


Cuando me demuestras la ilusión con que me esperas, no puedo dejar de complacerte. 

Porque me cuesta tan poco hacerlo que sería cruel decepcionarte.

Simplemente pienso en ti y me salen a borbotones pensamientos divertidos, dulces y entretenidos:

Desde tañidos de campanas hasta muebles en exposición.
Desde aguas que salpican hasta sonidos que nos identifican.
Desde flores encerradas en grandes tarros de cristal hasta sentimientos guardados en cajas fuertes con combinación.
Desde explosiones de bailes de colores hasta besos cansados de buenas noches.

Me gustaría poder saber de qué manera demuestro que el abrir un corazón significa confianza. No es síntoma de debilidad, ni está reñido con la hombría: es compartir hasta la propia vida.

Por eso me gusta cuando me miras y me hablas con tranquilidad, cuando me pides que me calle con un beso, cuando me expresas con una sonrisa lo que ves a través de mis ojos, cuando callado comprendes que mi mente no está tranquila, cuando explota tu alegría y con los brazos abiertos dices al viento lo que tu alma sin palabras grita, cuando te cojo por detrás y te vuelves a darme un abrazo que me cobija, cuando me cuentas qué es lo que sentías mientras yo, con mi borrachera de amor, de pronto me creí sola y abandonada en medio de la gran ciudad.


Cuando, de puntillas, entro a tu habitación y te veo dormir tranquilo pienso en lo fácil que es para mí hacerte sentir querido.








@Escritos

lunes, 13 de abril de 2015

El vuelo

Una sola palabra tuya me da la vida.


Atardece y las sombras que se insinúan en las paredes blancas, se instalan rápidamente en mí. Por la mañana jugaba a esconder dulces momentos de placer entre tus sábanas, a imaginar tu sonrisa y tus tiernas palabras y ahora veo la bendición de ser capaz de volar tan alto, porque el aterrizaje siempre es prolongado.

Derrama sobre mi cuerpo las olas de tu mar; sopla tu viento de vida entre mis manos y mi pelo; refleja en mis pupilas la luz de tu admiración; navega con rumbo certero hacia la orilla de mis deseos. Cubre con tus besos mis penas y mis dichas. Entonces yo, me deleitaré sin descanso en el aprovechamiento de las esquinitas de tu boca, de tu oreja y de tu sonrisa. Porque, cada vez más, los grandes mundos se construyen con pequeños detalles.

Y aunque peque de ingenua, yo sé que esta vida nada es inútil; ni las palabras ni las sonrisas ni los sueños que prendo entre tu pijama. Porque no son simples gestos, sino la expresión certera del calor que de mañana siento cuando amanezco en tu cama.

No desgastemos el tiempo porque la vida no es infinita y no sé cuánto tiempo tendremos suficiente polvo mágico para tus alas y las mías. 



¡Ven!, juntos nos miraremos al espejo cogidos de la mano porque para ver un reflejo sublime no hace falta tener la cara más bonita sino solo tener el alma limpia.













@Escritos

Gracias por tu paciencia infinita



lunes, 6 de abril de 2015

Sueño escondido

Me he acostumbrado tanto a ti, que me dolería no tenerte a dos centímetros de mi cara por la mañana.

Me he acostumbrado tanto a ti, que no entiendo despertarme a media noche y no sentir tu respiración tras mi espalda.

Me he acostumbrado tanto a ti, que si no te tengo cerca veo tu cara a mi lado y siento tu mano que me agarra.



Porque estar contigo es como un paisaje de ríos y montañas: majestuoso, fresco y lleno de curvas definidas.

Es como una estampa de la playa: serena, con movimiento constante, y amplia de horizontes.

Es como una explosión de pétalos de distintos colores en armonía.

Es como sentirte observada por unos ojos que sólo te dicen cosas al alma.

Es como calmar la sed tras la batalla con la más fresca de las aguas.

Es como caminar bajo un cielo oscuro pero con la guía infalible y brillante de las estrellas lejanas.

Es como saber que nunca me voy a volver a sentir dolida y abandonada.

Es, en fin, como la vida que sueño cada noche cuando te pienso y, para que no se escape, lo escondo debajo de la almohada.





No sé si exagero, si es sano o bueno sentir como siento. No sé si soy una ilusa. Solo sé que, por ahora, me gusta esconder mi sueño. 





@Escritos