viernes, 26 de septiembre de 2014

Magia guardada

Si quieres que dos líneas paralelas se unan en algún punto, puedo torcer un poco mi mano y hacer que el lápiz vaya pintando las rayas cada vez más juntas.

Si de madrugada me llamas porque no quieres oír el silencio, mi voz que callaba dormida puede ponerse a tono y contarte los cuentos más largos de la historia de las quimeras.

Si en tu alma hay penas que no quieren salir, yo puedo coger el sacacorchos con puño de nácar blanco y transformarlas cuando salgan en burbujas que cosquillean.

Si las olas crecen mucho y la mar está revuelta, mi mano siempre tendrá la fuerza de un ancla a la que aferrarse y llegaremos a orillas tranquilas sin necesidad de barca.

Si cuando nada te perece lo mismo aunque sea lo de siempre y busques huellas escondidas, perseguiremos juntos el tesoro de los recuerdos dormidos, tejiendo sueños con hilos de oro y sonidos de plata.

Si tu felicidad te inunda y te desbordan las risas, puedo bailar al ritmo de tus carcajadas y acompañar tu canto hecho con las notas del pentagrama de las algazaras.



Y si me pides cosas que no puedo concederte, tendré que apañármelas para intentar dártelas. Porque tu luz seguirá alumbrándome mientras el mundo exista, y la fuerza de verte conmigo me anima a usar la magia que tengo guardada...junto con los colores del arcoiris.






@Escritos

lunes, 22 de septiembre de 2014

La luz que se expande

Abro los ojos lentamente.

Aún no hay luz, pero cuando mi vista se acostumbra a la oscuridad de la habitación, empiezo a ver detalles.

Te observo: callado, con una leve sonrisa pintada en tu cara, tranquilo, y con los ojos muy abiertos porque ya de antes, tú me estabas mirando.

Y entonces siento que no hace falta decir nada para comunicarse.

No sé si noto lo que me dices o sólo me lo imagino. Pero sé que la corriente que me invade por dentro es señal de lo que yo comprendo cuando vislumbro lo que pienso que me estás diciendo.

Sentir, es algo exquisito. Pero ser consciente de que se siente, es divino.

Así empieza el día, espero que uno de tantos, en el que lo primero que veo es la sonrisa que alegra tu cara, y en el que sigo soñando aunque esté despierta, cuántas maneras de sentir que te quiero puedo ir acumulando. Lo siento como la lluvia que cae gotita a gotita, despacio, mojando poco a poco hasta lograr empaparte.


El baúl de los sentidos se va llenando; revuelvo en su interior para buscar lo que guardé hace años y compruebo que todo sigue como aquellos días en los que un conjuro unió nuestras vidas, y unos fuegos las sellaron.










@Escritos

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Porque te quiero








Quiero columpiarme en tus brazos y sentir la noche atravesar el aire cansado;
sofocar el calor de tus besos y sentir el reposo de los cuerpos adormilados.
Porque adoro oirte gruñir cuando te rasco la espalda.

Siento tu pulso encima de mis latidos y mi mente queda en blanco.
Porque los golpes van al unísono mientras los ojos se dicen secretos inconfesables en alto.

Busco tu mano que me acaricia al despertar
y tus besos de buenos días que me consuelan al madrugar.
Porque si estás conmigo no temo poner los pies en el suelo.

Aspiro tu aroma indeleble en el borde de la almohada cuando no estás
y recuerdo tu presencia callada.
Porque admiro verte mirarme sin decir nada y saber lo que dice tu alma.

Siento unas lágrimas rodar y las limpio con mi mano cálida mientras te beso el cuello.
Porque sé lo que es sentir el reflejo del miedo de perder a lo más amado.

Vivo con tu presencia muy dentro, ando con tus pasos a mi lado,
vuelo con las alas de tus sueños, canto con las notas del pentagrama de tus deseos.


No quiero perder más horas de pasión, ni retazos de ilusión,
por eso pinto mis horas de colores cuando pienso en ti:cuadros sin sentido a los ojos, pero con argumentos para el corazón.






Y todo, porque te quiero.











@Escritos

martes, 9 de septiembre de 2014

Dame una canción, aunque sea desentonada


El sol quiere jugar. Se esconde tras las montañas sin importarle ser tapado por las nubes de blanca guata, y se agacha hasta quedar totalmente oculto.

Espero un rato hasta que comprendo que no va a volver a salir, al menos hasta mañana.


Es como cuando alguien se calla.




Pongo música que me corteje y me lleve al mundo del ensueño, donde todo es rítmico y tranquilo, donde las notas se agolpan y no caben las melodías desafinadas.

Sólo las dulces notas de una música acompasada me acompañan, aunque a mi lado está tu mirada.

Disfruto de un paseo por el mundo oculto de mi silencio. Me he acostumbrado a no exigir nada, a callar para no destapar fantasmas, a quedarme en mi sitio agazapada, a dejarle espacio a lo que tú le das importancia.




Soy feliz porque te miro muy dentro sin que te des cuenta, y yo sí que veo esas líneas invisibles de tu alma con las que pintar tu felicidad en una lasca de negra pizarra.

















A veces es más fácil de lo que parece seguir el camino de baldosas amarillas; sólo hay que decidirlo. Porque lo que nos limita no es lo que somos, sino lo que creemos que somos. Descubre tu fuerza.