Si quieres que dos líneas paralelas se unan en algún punto, puedo torcer un poco
mi mano y hacer que el lápiz vaya pintando las rayas cada vez más
juntas.
Si de madrugada me llamas porque no quieres oír el silencio, mi
voz que callaba dormida puede ponerse a tono y contarte los cuentos más largos
de la historia de las quimeras.
Si en tu alma hay penas que no quieren
salir, yo puedo coger el sacacorchos con puño de nácar blanco y transformarlas
cuando salgan en burbujas que cosquillean.
Si las olas crecen mucho y la
mar está revuelta, mi mano siempre tendrá la fuerza de un ancla a la que
aferrarse y llegaremos a orillas tranquilas sin necesidad de barca.
Si
cuando nada te perece lo mismo aunque sea lo de siempre y busques huellas
escondidas, perseguiremos juntos el tesoro de los recuerdos dormidos, tejiendo
sueños con hilos de oro y sonidos de plata.
Si tu felicidad te inunda y
te desbordan las risas, puedo bailar al ritmo de tus carcajadas y acompañar tu
canto hecho con las notas del pentagrama de las algazaras.
Y si
me pides cosas que no puedo concederte, tendré que apañármelas para intentar
dártelas. Porque tu luz seguirá alumbrándome mientras el mundo exista, y la
fuerza de verte conmigo me anima a usar la magia que tengo guardada...junto con
los colores del arcoiris.
@Escritos
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