miércoles, 8 de febrero de 2017

Bejárat - Entrada



Cuando te asomas por primera vez a una ventana no sabes lo que vas a ver o cómo te va a impresionar el paisaje.

Dejar entrar aire fresco, observar los contrastes, los colores, las diferencias, la variedad y la falta de uniformidad nos hace ricos de verdad.

Entrar por esta puerta tiene algo de magia porque, si vas con la mirada limpia, puedes descubrir cosas que ni siquiera sabes que existían, cosas que pueden ir en compañía aunque sean de por sí símbolo de lejanía:


La mezcla de lo viejo con lo nuevo,
de lo antiguo con lo moderno,
de los jóvenes con los viejos,
de lo blanco con lo negro...

de la tristeza y la alegría,
de la soledad y la compañía,
de la actividad y la calma,
de la mentira y la verdad.

Todo eso somos nosotros mismos; mundos que tenemos dentro. Mundos que identificamos fuera como nuestros cuando, traspasando la puerta de entrada, somos capaces de descubrir todo lo que se calla.


Que tu paseo por mi mundo te sirva para descubrir el tuyo. Ya sabes que elegir no siempre es fácil.









@Escritos



miércoles, 11 de enero de 2017

Besar los pasos



Te leo mientras escucho la música que acompaña las letras, suave, profunda, adaptada a la emoción del momento y me transporto a hace ya unos cuantos años.

Pienso cómo me gustaría hablar contigo de todas esas cosas de las que escribes.

Desgranar cada una de las palabras que se unen sin tener nada en común y que le dan la forma mágica a las letras, las letras tuyas y mías.

Indagar de dónde salen todos esos pensamientos que te hacen un ser tan fantástico; un ser de luz entre tanta tiniebla; un caballero romántico conviviendo con personas automatizadas; un corazón de oro sin valor material.

Dentro de la lejanía más absoluta, no sólo por la distancia en kilómetros, somos dos almas gemelas, aristócratas emocionales, incomprendidos en un mundo de prisas al que contribuimos, seres extraños por ser capaces de ver algo más que tinta en un escrito.


Se nos pasan los años, acumulamos canas, experiencias, sonrisas y melancolías pero seguimos siendo auténticos desconocidos del piel con piel, y sin embargo, amantes.


Me encantaría, como a ti, besar los pasos que nunca di.








@Escritos