lunes, 4 de febrero de 2013

Leña al fuego

Mírame a los ojos.
Siente mi mensaje sin palabras.

Entra en mi alma.
Escucha mi dulce llamada.


Nota mis latidos.
Llévame a la tierra que tú labras.

Acúname en tus brazos.
Hazme sentir acompañada.



Comparte mi locura.
Pinta mi paisaje de color lila.

Acércate a mi cuerpo.
Embriágate con mi aroma.

Confiésate conmigo.
Pon tus sentimientos en fila.

Toma en tus manos mi vida.
No te lo tomes a broma.



Quédate un poco más a mi lado.
Concédeme amaneceres risueños.

Escucha y mira mis monedas.
Ámame con toda tu ternura.

Dime que me quieres.
Así sé que se cumplen mis sueños.

Llévame contigo.
Líbrame de toda atadura.



Sigue echando leña al fuego.
No dejes que nunca se apague.







@Escritos

6 comentarios:

  1. Siempre hay que mantener viva la llama de amor, y tu, querida amiga hechas más leña al fuego por lo tanto nunca se apagará

    Preciosas palabras


    Un abrazo

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    1. Alimentar el fuego es la única forma de que no se apague.

      Gracias por tus palabras, que para mí son leña a mi fuego.

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  2. Tu deseas que esa hoguera sigue ardiendo por lo tanto con tus palabras y tu sentimientos eres los leños que la alimentan y ardiento seguirá mientras tu lo quieras.
    Precioso lo que has escrito.
    Un fuerte abrazo Beatriz

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    1. Gracias Gloria. Nunca he pensado en mí como en un leño...pero no es mala idea ;-)

      Saludos

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  3. Cuando queremos que algo no se acabe es lo que solemos hacer.
    Bien expresado el sentimiento amoroso y el temor a que termine por falta de cuidados.
    Un abrazo,Beatriz.

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    1. Últimamente estoy teniendo experiencia con fuegos y no hay nada como echarle un buen tronco para que arda con alegría.

      Saludos

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