martes, 11 de junio de 2013

Paisajes de tu alma


En todos los viajes (cerca o lejos) que he hecho, mis ojos han visto muchos paisajes y algunos hasta los ha captado para siempre mi cámara.

Los he buscado en los mapas, en los planos, he visto carteles, indicadores, anuncios, letreros; señales inequívocas de que existen realmente.

Y los clasifico, los recuerdo, los recreo cuando vuelvo a ver esas fotos de lo que en su día atrapó mi cámara.




Pero nunca encontré ninguna pista sobre los paisajes de mi alma. No hay carreteras, ni caminos ni rutas que nos lleven a ellos, y sin embargo existen.

Son paisajes donde
el sol tiene el color de los amores escondidos,
el mar huele a tarde de verano con tormenta,
el campo se abre hasta el infinito salpicado de besos de colores,
la voz del amado suena a melodía susurrada al oído,
y las risas son el motor que mueve el mundo.

A veces son depósitos de nostalgia;
otras, reflejos de alegría;
otras, magia envuelta en noche;
otras, piel con piel;
otras, besos de lluvia;
otras, formas ambiguas perladas de luz indirecta;
las menos, dolores de heridas remendadas con puntadas sin hilo.

Pero nunca son objeto de mis fotografías, porque sé que si lo intentara, los paisajes del alma se esfumarían para siempre.


Ahí puedo viajar cuando quiera y es algo que, como no aparece en ningún mapa, nadie podrá nunca encontrar. Es mío y solo mío.




¿O no?



A veces, cuando la noche ya está bien entrada, me gusta cerrar los ojos, dejar mi mente vagar por el fondo de mi alma y sacar de paseo cosas que no se ven a menos que yo quite la alarma.

Y es una buena cosa para entregarme, para invitar a quien me acompaña por el camino de la vida cotidiana a conocer el fondo de mis entrañas. Porque la belleza de esos paisajes que todos tenemos dentro, la podemos mostrar a través del espejo de nuestra mente, en forma de sentidas palabras, inckluso a veces acompañadas de dulces lágrimas.


Porque no hay señal de amistad más profunda que regalarle a alguien los paisajes de tu alma.

¿Te atreves?







@Escritos

7 comentarios:

  1. Una entrada preciosa, tus paisajes son serenos y amables, crecen en un alma generosa.
    Saltos y brincos

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  2. Beatriz tu nos has dejado paisajes de tu interior, paisajes con las ideas muy claras sabiendo anteponer lo importante a lo superfluo, y esos paisajes están movidos por el amor y por la ilusión cosa que es difícil transmitir, pero tú lo has hecho.

    Yo en ocasiones trato de abrir los ventanales de mi alma para que recoja aire fresco y poder transmitir parte de lo que encierra, pocas veces lo consigo.

    Un abrazo,

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  3. Es una entrada preciosa Beatriz, además cde una buena lección de aprendizaje para mi, voy a intentar cerrar los ojos y hacer un viaje como estos que tu haces y que tampoco salga en el mapa.
    Un beso.

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  4. Estos paisajes son tan íntimos, tan nuestros, tan cercanos al corazón, el sentimiento y el alma que es imposible recrearlos en mapa alguno, y mucho menos captarlos con la belleza de una imagen plasmada por una cámara. Sin embargo son los paisajes que al recordarlos nos llenan más de esa sensación de haber vivido intensamente.

    Es un placer viajar siempre de tu mano a través de tus post.

    Besos!

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  5. Llevo tiempo enseñando los pasajes de mi alma, claro está que los verdaderos, los que sólo proceden de ahí, son el privilegio de unos pocos.

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  6. Los paisajes son parte de nuestra vida, perviven en los recuerdos y ninguna foto les hará justicia. Qué hermosa reflexión, Beatriz. Un beso

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