Todo era niebla delante de sus ojos.
No se reflejaba nada de lo que tenia detrás, aunque
notaba el calor de la presencia muy muy cerca.
La humedad que había producido esa niebla lo impregnaba todo,
produciendo un ambiente opresor.
Quería salir de allí pero algo se lo impedía.
Un escalofrío le rozó la piel: primero lo sintió en la
espalda, luego en los brazos, el estomago, las caderas ... Todo el cuerpo estaba
involucrado en una sensación intrigante.
Necesitaba alargar el brazo para hacer aparecer la imagen de
lo que estaba sintiendo, pero estaba atenazada por esa presencia.
La risa nerviosa se instaló en la estancia llenándola de
un sonido hueco, como con eco, hasta que otro más suave le quitó protagonismo.
La piel, erizada; la mente, en alerta; el cuerpo, abandonado
a la aventura de los sentidos.
Por fin, sus dedos pudieron abrir un hueco por el que se
dejó de ver el gris opaco de la nada.
El espejo del baño le presentó así su propia imagen recién
duchada, con él por detrás dándole esos suaves besos que llenaban el cuarto de música,
y con sus brazos haciendo de ineficaz toalla.
Y empezaron con alegría la mañana.
@Escritos
Beatriz, ¡¡por un momento pensé que te había atrapado el lado oscuro!!
ResponderEliminarBueno, bueno, una forma muy original de explicar esas sensaciones, expectantes, preludio de unos momentos de pasión.
Besos!!
PD: Tienes un obsequio en mi blog, pásate si te apetece recogerlo.
EliminarGracias Nena.
EliminarEl lado oscuro nunca podrá conmigo, jajajaja
Eres una artista del suspense. Felicidades por esa mañana.
ResponderEliminarSaltos y brincos
Ester, a veces hay que darle un poco de suspense a la vida para que no sea aburrida...
EliminarNo hay nada mejor que la niebla que produce una buena ducha, se limpia el vaho del espejo y le ves y sientes como te abraza.
ResponderEliminarMuy bonito
Es como si de pronto apareciera una película dentro de tu vida.
EliminarBastante excitante.
jaja parecia un relato de misterio y acabó como un romance!
ResponderEliminarEres terrible! :)
Un abrazo.
Gracias Ohma.
EliminarEs lo que quería; darle un tinte de misterio para ver luego que no era más que otro de los momentos para disfrutar
Hola Beatriz, por aquí me tienes, con tu permiso me quedo. Los relatos me gustan muchísimo, voy a ponerme al día con los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo !!!
Tienes por supuesto mi permiso para quedarte todo lo que quieras.
EliminarMil saludos
Al final la luz se hace camino.
ResponderEliminarSiempre la luz gana a la niebla porque incluso a las malas, no hay más que esperar.
EliminarHas sabido recrear, Beatriz, una escena palpable, intensa... Un beso
ResponderEliminarSolo es vivir cada uno de los instantes de la manera más intensa posible.
EliminarQUE BUEN FINAL PUES PARECÍA PROMETER OTRA COSA EL TEXTO... ALGO LÚGUBRE Y MELANCÓLICO COMO LOS QUE ME GUSTAN A MI.
ResponderEliminarPRECIOSO QUERIDA AMIGA. TE FELICITO. ERES MUY TALENTOSA.
BESOS
Pues ya ves. A veces las cosas no son lo que parecen y nos llevan a donde ni siquiera imaginamos.
Eliminar:)
ResponderEliminarNos has engañado bien.
Besos.
Es un engaño sin maldad...
Eliminar;-)
Una buena forma de iniciar la mañana, aunque de entrada me tuviste en suspense imaginando que habías ideado un relato de terror. Por suerte nada que ver y me encanta que el día empiece así.
ResponderEliminarBesos!
Jajajaja. El terror sería si no pudiéramos gozar de momentos como estos.
EliminarAyer entré en este pots e hice un comentario que no veo reflejado,¿¿ habrá sido la niebla que lo engulló??, no sé, pero no obstante volver a tu casa y dejar mis opiniones siempre para mi es un placer.
ResponderEliminarUn besito lleno de cariño.
Ay qué susto, por Dios. Creí que iba a salir Jack el destripador de entre la niebla.
ResponderEliminarAh, bueno que es en el cuarto de baño. Oye, ese de ahí, no será el loco de la peli "Psicosis" ¿Verdad? ;)
Saludos.
Jajaja. Nooo, nada de locos, sino todo lo contrario.
Eliminar