viernes, 11 de julio de 2014

Ayer

Ayer cambié las sábanas blancas que cubrían mi cama, perfumé la habitación con inciensos de la India, rescaté del pequeño baúl de los regalos miles de corazones pintados en rojo, dibujé una sonrisa donde se había instalado el monstruo de la laguna que canta y baila.

Ayer pensé en la de veces que he viajado hacia ti para que me cobijaras entre tus brazos. Esos brazos que me dan tanto sin pedir nada.

Ayer busqué dentro de mis recuerdos encuentros de lo más normales pero que dan tanto en los momentos bajos.

Ayer imaginé un baile a la luz de una luna pequeña; baile de luciérnagas intermitentes; baile a la orilla de un mar sin agua, sino lleno de deseos; baile en salones grandes disfrazados de hogar tuyo y mío.

Ayer me metí en la cama y decidí que, como soñar es gratis, mi noche se llenaría de cuentos encadenados.



Y soñé contigo, que nunca me fallas.





@Escritos


2 comentarios:

  1. Propiciaste tus sueños, así nunca fallan, ... y entonces es cuando la noche se debe hacer durar. Abrazos

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  2. Y qué bellos sueños, a veces, dan ganas de no despertar.

    Un beso.

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