jueves, 19 de mayo de 2016

Con mucha ternura

Me dijiste que te gustaba el frío por lo bueno que tiene el combatirlo; el placer que se siente cuando, aterido, te acercas cerca de una fuente de calor:una hoguera, un brasero, un cuerpo caliente...

E imaginé una habitación con suelo de roble envejecido, una chimenea de troncos vivos y una cama con grandes almohadones blancos.



Me ayudaste con fórmulas ininteligibles para mi mente inquieta como si fuera lo que hacías todos los días.

Y eso me hizo soñar la de cosas que podríamos hacer con la tecla 0, el signo + y un poco de imaginación entre la lógica y el texto.

Uní sueños con realidades y fui consciente de que cualquier ilusión, como por arte de magia, es capaz de hacerse realidad en cualquier instante, en cualquier lugar, de cualquier manera.



Te di las gracias por regalarme la magia de tu compañía, por hechizarme con tus caricias, por tomar el timón de mis pensamientos de madrugada.

Te deseé que tus ojos siempre encontraran otros ojos donde mirarse. Y yo hoy sé, que hay una estrella que brilla constantemente sobre mí, empeñada en que no olvide que la vida me guarda aún muchos regalos.



Oírte, verte, sentirte es y será para mí siempre un regalo que prometo cuidar siempre con mucha ternura.










@Escritos

1 comentario:

  1. Que alegre y optimista, se contagia vitalidad. Me ha gustado ir leyendo despacio y disfrutando . Un abrazo

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