jueves, 27 de noviembre de 2014

Polvo en el viento

Recuerdo aquellos días en los que mi magia de pacotilla lanzó al aire un conjuro de felicidad…y se instaló en tu espalda. Y la recorría despacio, haciendo cosquillas y en algunos puntos, con más fuerza, curaba tensiones del día a día.

Aires de fiesta, muchas palabras, tiempos de risas, ríos de plata.

Nunca he querido poseer nada. Nunca he querido atrapar ningún alma. Solo compartir lo que me hace feliz sin que tengan que encenderse alarmas.

Sentimientos sin sentido, si no tienen a su lado esa chispa de ilusión que me levanta cada mañana: escucho campanas, veo reflejos en las ventanas, oigo tu voz cantarina y siento en mis manos la suavidad tranquilizadora de tus caricias.

Porque si yo fui capaz de hechizarte aquel día, tú me has devuelto a la vida; una vida que es mía y que sabe que sólo dando, puede estar viva.


Nada me turba, nada me espanta, y no tengo miedo a seguir por donde venga el viento. Porque no quiero comprender demasiado tarde que perdí toda una vida, solo por miedo a vivirla.



Despacio, cuando te llega la señal invisible de que el alma llora aunque en la cara se pinte una sonrisa, vuelas sin hacer ruido a serenar los ojos que tililan.


Mis labios te buscan para sellar el presente.

El mañana no sabemos si existe.
El ayer se quedó atrás, y te enseña
que hay que aprovechar todo lo que aprendiste.




Porque todo lo que somos es polvo en el viento.





@Escritos

2 comentarios:

  1. Hay mucha dulzura en todo lo que escribes.
    Un beso

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  2. Polvo en el viento y polvo enamorado....Gracias chispa de los sentimientos....

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