martes, 29 de abril de 2014
Cuentos
Bajo el templete miraba el parque desde arriba. El suelo lleno de hojas, la vida bajo el manto de primavera, la luz sobre mi cabeza.
Soñé que estaba en un salón de baile, con toda la orquesta a mi disposición. Y empecé a bailar. Y no paré hasta que me di cuenta de que, aunque notaba la fuerza de sus brazos llevándome por la pista, bailaba con mi sombra.
Sombra que me susurraba: sube, sube, suuuubeeee...
A lo más alto y a lo más seco: donde las nubes no saben quedarse con los rayos de pena porque todo es luz a su alrededor. Donde las horas son minutos pero el tiempo no pasa cuando él está cerca. Donde al besarte te meces montado en una estrella.
Sube hasta mí y quédate ahí mientras te cuento mil cuentos.
Cuentos de nunca acabar
Cuentos para soñar
Cuentos que te hacen volar
Cuentos sólo para ti.
@Escritos
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Merece la pena subir, y quedarse. Un abrazo
ResponderEliminarYo también bailaba con mi sombra, hasta que me advirtió que la estaba pisando.
ResponderEliminarAbrazos, siempre