lunes, 21 de abril de 2014

Acurrucado



Tengo el sol acurrucado en mi regazo. Por techo, el cielo azul adornado con pequeñas nubes blancas. De fondo, el verde y marrón de la primavera incipiente. Al lado, tu mirada sin palabras.


Cuento en voz baja una y otra vez todos los te quieros que a lo largo del tiempo te he dejado prendidos en tu oído.

Invento una melodía con notas descosidas, aunque unidas por flojos hilvanes, juntando cada una de las sonrisas que nos hemos regalado.

Observo reflejos cambiantes en el horizonte, que no son más que gotas de rocío jugando a ser arcoiris en miniatura.

El viento suave mueve las hojas de los árboles, que susurran sonidos irreconocibles a los oídos humanos



Y en todo esto, noto el calor de tu mano que me acompaña.


Sospecho que estoy viviendo un sueño inusitado pero me pellizco y compruebo la realidad de todo lo que siento.


Te miro con los ojos cerrados soñando despierto historias pasadas, amores tardíos, futuros tranquilos al calor de esta llama.



Siento cómo te abandonas con toda confianza, flotando en un agua burbujeante mientras mis manos calladas te llevan hacia donde nace la sensación de ser libre dejandote guiar sin miedo a nada.


Aunque no queramos, aunque intentemos evitarlo buscando otros paisajes, aunque dudemos incluso de nosotros mismos, aunque las heridas piquen con el agua salada,...hay algo que nos ha unido irremediablemente y que al menos yo vivo como un regalo del cielo.












@Escritos

3 comentarios:

  1. Hermoso, como todos los sentimientos que compartes.
    Un beso

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  2. Muy lindo, un placer leerte. Abrazos

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  3. Sabes Beatriz,cuando te leo viajo en cada una de tus frases, redactas tus sentimientos con aroma de azahar y por eso vuelvo una y otra vez.
    Poder leer lo que escribes y sientes es yun regalo .
    Gracias por todo.

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