martes, 14 de enero de 2014

Películas


Cierro los ojos y observo lo que tengo a mi lado. Es como cuando en el cine se apagan las luces y ya no vemos al que tenemos al lado, sino que sólo vemos lo que se refleja en la gran pantalla.

Si yo pudiera ser la única guionista de esta película quizá la haría de otra manera: inventaría historias para que todos los días me pasara algo emocionante; sacaría del baúl de personajes a aquellos que pudieran darme más juego; me rodearía de gente interesante que supiera lo que era vivir a pleno pulmón; vestiría las mejores galas, viviría en las casas más impresionantes, comería langosta en alta mar y carne asada en las montañas, viajaría a lo largo y ancho de este mundo llenándome los ojos de imágenes prefabricadas; buscaría un príncipe azul perfecto que supiera en cada momento qué me hace falta. Y todo esto para hacer un guión perfecto, de los que a la gente le gustan porque se aleja de su vida diaria.

Pero no soy la única guionista. Y si lo fuera, siempre he dicho que no persigo cosas perfectas.

Me gustan eso pequeños errores que nos ayudan a darnos cuenta de que somos humanos; esos momentos de tristeza que nos hacen ver las cosas buenas como si no lo fueran; esas contradicciones que nos empujan a decir sí y a la vez mover la cabeza hacia los lados; esas ganas irrefrenables de movernos cuando estamos descansando y las ganas de tumbarnos cuando estamos andando; esa lucha sin cuartel por conseguir que nos miren a la cara sin miedo a ser escrutados; esos vientos que nos revuelven el pelo y esa lluvia que nos quita el maquillaje; esas ganas de atrapar un sueño que corre siempre por delante; esos pensamientos agazapados que esperan salir cuando menos los esperamos; esa persona que, lejos, piensa en ti y te hace vivir con su dulzura momentos mágicos.



Cierro los ojos y observo lo que tengo a mi lado.



Y me encanta sentir que aunque todo esté oscuro, tú siempre, siempre, estás al alcance de mi mano.





@Escritos

5 comentarios:

  1. Hola Beatriz, supongo que porque nada es perfecto y, a veces, se tuercen las cosas, apreciamos más los buenos momentos. Lo mejor es, como dices, mirar lo que tenemos al lado y saber darle el valor que merece.
    Hermosas reflexiones.
    Besos

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  2. Beatriz es perfecto lo que dices, nada es perfecto, ni puñetera falta, pero si que a veces veo una película y me imagino otros guiones. Un abrazo

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  3. No me gusta la perfección, nada hay perfecto.

    A mí también me gusta cerrar los ojos y sentir.

    Feliz 2014.

    Un beso.

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  4. Tienes suerte, pero aún es más maravilloso que, en tu guión de cine, te toque al lado el que come las palomitas y te destripa el final.
    Abrazos

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  5. Genial,!!…Esas imperfecciones nos hacen distintos, nos dan nuestra personalidad y carácter, esas genialidades llamadas ¿ defectos ? , creo que nos hacer ser quienes somos.
    Te mando un besote lleno de mis defectos y de las pocas virtudes que pueda tener , pero lleno de cariño.
    Espero que todo este bien Beatriz

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