lunes, 7 de octubre de 2013

Las dos caras


¿Es que una luna a medio recargar es menos luna que una llena?

Cuando nos maravillamos de esa luna redonda, plena, de color indefinido entre el blanco, el amarillo y el plata que nos produce tantos suspiros y un estado de romanticismo incrustado en el pecho, no pensamos que es la misma luna que en los catorce días siguientes estará desinflándose hasta casi desaparecer de nuestra vista cuando se esconde –nueva- entre la Tierra y el Sol y vuelve a salir de su escondite para volver a ser vista –llena- otros catorce días después.

Hoy mirando al cielo, a tu cielo, he visto una luna creciendo con apenas un hilo de plata en el que me han dado ganas de sentarme contigo al fresco de la noche con los pies colgando.

He visto perfectamente con estos ojos, una estrella colgando de la punta que nos iluminaba mientras tranquilamente respirábamos abrazados.

He vislumbrado el círculo entero imaginando que en la parte oscura jugamos tú y yo al escondite, nos agazapamos para besarnos y descansamos después de entregarnos.

Porque no siempre brillamos como una luna llena y, sin embargo, nuestra parte oscura nos proporciona belleza en contraste con la luz.



Hoy te noté apagado. Vi tu parte oscura y me seguiste gustando. Reparé en una luna que no se veía completa aunque lo estaba; que tenía un reflejo que me hacía verla en forma de D cuando yo sabía que realmente era como una O bien redonda; que me hizo pensar en ti y en la lucha entre tu luz y tu sombra; que me dio la certeza de que aun estando a medio gas, seguimos siendo soles con la posibilidad de deslumbrar.


Y miro esa luna que atrae las mareas de mi pensamiento; que altera el ánimo de mi alma; que ilumina los caminos oscuros de mi campo a través; que se cambia a mi vista según la iluminación que presente; que me susurra al oído “ven conmigo, que te anhelo” y le digo: espérame, que voy contigo a donde tú vayas.


Estás entre luz y sombra, te miro y sólo puedo ver la parte que refleja el sol y sin embargo, sé que eres una luna perfecta.










@Escritos

4 comentarios:

  1. Piensa que la luna es una embustera, cuando tiene forma de D no es decreciente y cuando tiene forma de C no es creciente. Por eso en tu caso es completo. Un abrazo

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  2. Esa luna que aparenta querer engañarnos y no lo consigue, está ahí, siempre presente, silenciosa y observadora, como podemos serlo nosotros en un momento dado. Completa eso por supuesto como lo somos todos con esa parte clara y otra oscura pero nuestra al fin y al cabo.

    Saludos!!!!

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  3. Mi querida Beatriz, ¡¡ Cuánto amor cae de tus palabras como finos hilos de plata que juntos forman el cauce del rio de Luz que se refleja en el Mar de tu Luna luneta.
    Cuan bello escribes Beatriz.
    BESOTES

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