domingo, 15 de septiembre de 2013
Fuego en el alma
Miro el cielo oscuro sin ver nada más que la nada.
Vuelvo a mirar y ahora veo pequeños puntos de luz porque es una noche estrellada.
A lo lejos oigo señales de conversaciones festivas: risas y voces más que altas, que celebran la propia algarabía de oírse en compañía.
Me pongo a escribir con tinta seca y trazos perfectos. Busco el ritmo que ya no tengo porque dejé que, a la vez que mi cuerpo se tostaba, mi mente descansara.
Pienso en ti y me detengo. Mis dedos se paralizan mientras la risa se instala en mi cara y mis ojos miran, sin ver nada, un punto indeterminado.
Te imagino mirándome despacio sin apenas decir nada, sin más luz que la de tus dedos cuando con tus caricias me acercas hasta tu presencia encantada.
Pienso cómo el tiempo corre veloz al compás de las mañanas que despiertan, uno tras otro, los hilos que tejen nuestra cada vez más tupida tela de araña.
Sé que la sangre corre por mis venas porque así me lo contaron, pero como no lo veo, creo que miles de gotas bailan para llegar hasta el mismo borde del agua.
Sé que la tierra gira con dos movimientos acompasados porque en su momento me lo explicaron, pero como no lo veo, imagino que el sol quiere que yo apueste cuántos centímetros se trasladará sobre el horizonte para jugar al escondite detrás de mi castillo.
Sé que si te observo y tú me miras, soy capaz de ver hasta el fondo de tu alma.
De nuevo observo el cielo oscuro y ahora veo algo más que una noche estrellada: miles de gotas de luz coloreadas, que me dicen sin palabras lo que siento cuando pienso en la promesa que nos hicimos sin ninguna palabra.
Prometí renovar año a año con el fuego de artificio, el conjuro que nos unió para siempre. Porque aunque a veces nos cieguen las joyas falsas, nos tenemos uno a otro tatuado; y eso es imposible borrarlo.
Por eso ahora, cuando abrazo tu presencia callada mientras el ruido atrona nuestros oídos, sé que tú te ocuparás para siempre de que no me pase nada.
@Escritos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Siempre logras, transmites armonía y bienestar.
ResponderEliminarFeliz domingo Beatriz.
Mi querida Beatriz, he paseado por cada una de tus letras, e saboreado cada frase de tu escrito, hoy, he sentido a demás de la belleza de su contenido algo más... te lo cuento más tarde.
ResponderEliminarTe mando en un beso , mi cariño.
Dulzura y serenidad en grandes cantidades. Y confianza.
ResponderEliminarSaludos
Hola Beatriz
ResponderEliminarSerá que ando demasiado nostálgica últimamente, porque el leerte me hace suspirar y añorar un sueño que no fue o que si lo fue ahora no lo consigo ver ni tan siquiera mirando al firmamento, donde busco respuestas y solo obtengo silencios
Como siempre me encanta leerte, eres pura ternura
Un abrazo enorme
Las promesas son para cumplirlas.
ResponderEliminarBuen domingo.
Que bien acabó.
ResponderEliminar:)
Besos.
QUE BELLO ES MIRAR HASTA EL FONDO DEL ALMA...
ResponderEliminarES TAN CIERTO.
PRECIOSO TEXTO LIRICO.
UN BESO GRANDE.
Las mejores y más irrompibles promesas sin ninguna duda, mi querida BEATRIZ, son las que no se pronuncia, justo las que se hacen cuando ves el fondo del alma de alguien, algo al alcance de muuy pocos. Enhorabuena bonita, que sieeempre sientas estos fuegos artificiales dentro de ti.
ResponderEliminarUn beso graaande, tan sentido como sincero...tu texto quiero decir... bueno jaja mi beso también:))
La belleza puede ser un color, un destello en el infinito que te invita a contemplar su interior desde la serenidad absoluta. Un punto de luz en el universo de los sentidos que intentas atrapar, justo un instante antes de precipitarte en la fascinación del abismo. Si, quizá ese sea el misterio de sentirte vivo..... Gracias, Beatriche
ResponderEliminarEste texto destila un remanso de paz y tranquilidad que se mete por las venas.
ResponderEliminarGracias!
Ana
http://subconsciencias.blogspot.com.es/
http://analogiasdehoy.blogspot.com.es/
Vale, me ocuparé de que no te pase nada. Pero mejor escribes en el ordenador y te apartas un poco de los fuegos, que luego ocurre lo que ocurre.
ResponderEliminarAbrazos, compañera