martes, 3 de junio de 2014
Con los 5 sentidos
Sintiendo que soy tuya sin ser de nadie, te espero en la distancia.
Y cuando me pongo a ello, experimento cada sensación que sueño contigo a mi lado.
Imagino cuando tus manos se posen en mi cintura despacio y me atraigas hacia ti para besarme sin prisa, y saboreo el momento tantas veces pensado.
Mi sonrisa pintará mis ojos sin necesidad de maquillaje y, tan cerca, veré cómo tu boca tiembla y tus ojos brillan aunque intentes disimularlo.
Y pondremos en juego esa habilidad innata del abrazo, que todos tenemos aunque a veces la ocultamos, sin color, forma, textura, sonido ni olor pero que sin embargo reúne en él todos los requisitos.
Vislumbro nítidamente cuántos sentidos acompañarán ese lazo: te toco, te oigo, te veo, te huelo y te saboreo y mientras tú, me respondes.
Al entregarnos a ese abrazo noto cómo el mundo se para a nuestro alrededor; tenemos la comunicación garantizada sin más esfuerzos.
Y gracias a un momento efímero, tan bonito e intenso como una puesta de sol, mantendremos para siempre en la memoria el calor y la dicha de sentirnos cercanos.
Y como ya lo hemos hecho nuestro, podremos rescatarlo y vivirlo cuantas veces queramos.
Pasarán los años y desearemos siempre vivir inmersos en un eterno lazo de abrazos.
@Escritos
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Hay una clase de amor que ni los años ni la ausencia lo desgasta. Saltibrincos
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