viernes, 23 de agosto de 2013
Esperando
Te espero cada mañana, cada tarde, cada noche.
Y mientras te aguardo, oigo tu voz risueña y profunda, veo tu boca que besa y habla, siento tus caricias que me acompañan, huelo tu aroma que me guardé en el bolso, recuerdo tus momentos de goce infinito, sueño el reencuentro de nuestros cuerpos.
Concentro mis pensamientos en ver tu cara; expando mi aliento hasta tu espalda; ilusiono mis ganas con tus palabras; anuncio mi ansia sin ocultar nada; guardo mis andanzas de madrugada; plasmo mis deseos de abrazos en la alborada; olvido mis miedos bajo la almohada; te ofrezco a lo lejos mi alma; y sólo quiero ser tu hada.
Y en el camino me encuentro un poeta, un ángel, un mago y un niño que se dan la mano. De esa manera la espera es para mí, el más dulce de los tormentos.
@Escritos
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Que bonito escribes, acabo de regresar, compras de cumpleaños y santos, he soltado las bolsas, me he puesto un café y te leo. Gracias
ResponderEliminarMe me gusta muchísimo como escribes Beatriz, y sobre todo la palabra hada, que encierra tantas fantasías y cosas bonitas.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre dulce, siempre cálida. Tus palabras son caricias para los sentidos. De nuevo tengo que felicitarte por trasmitirme esa paz que tanto necesito
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y feliz fin de semana
Como bien dices una dulce espera que finalmente encuentra sentido en ella. Eres increíble a la hora de plasmar un sentimiento de una forma tan hermosa, siempre me encanta acercarme a tu blog y dejarme llevar por tus palabras.
ResponderEliminarBesos!
Tienes todo a tu lado mi querida Beatris, se que es duro , pero estás tan llena de amor que lo irradias y nos llega ampliamente a quien te leemos.
ResponderEliminarSiento que se me pasara esta entrada, disculpa.
Te mando un fuerte abrazo querida Beatriz.
Besotes