martes, 24 de febrero de 2015

¿Y tú sabes qué soy?


Comienzo la mañana perezosa, buscando un hueco entre tus hombros. Un beso de buenos días en forma de rayo de sol se cuela entre las láminas de la persiana mientras, fuera, las nuevas flores alegran la brisa tras la ventana.

En mis quimeras te siento cerca. Oigo tu risa mientras me miras y huelo el aroma que te acaricia.

Si despierto y no te encuentro, vivo un momento de desconcierto que se pasa cuando pienso que en mis sueños te tengo preso. Porque soñar es libre; no se ciñe a ninguna norma.

Y mientras sueño, veo unirse los colores de las témperas a la vez que una extraña música me acuna. Recuento los granos de arena fina y no fuerzo a mi espíritu a que se explique ni defienda para no ser aplastada por el peso de mí misma.



Me gustaría dejar mis sueños a los que me siguen; hacer escaleras que no lleven a ninguna parte para llegar al cielo; tener la dicha de ver la mirada de esos ojos que esperan poder abrazarme; andar un camino que no tiene base ni techo porque solo es el destino; sentir el pánico que me provoca tener toda una vida por delante.



Porque después de todo, ¿qué soy, más que un sueño con los pies en el suelo?










@Escritos

viernes, 6 de febrero de 2015

¿Soñé?




Amanece y estoy a tu lado. He soñado que tus brazos me abrigaban en la madrugada, que tu boca me rozaba, que tu calor me traspasaba. Y he imaginado oír un susurro en mi oreja dormida que me decía un te quiero disimulado.

Sentí unas cosquillas imaginarias hechas con la yema de tus dedos sobre mi piel cansada, una respiración pausada que me miraba, un sinfín de luces de colores que me acompañaban, sonrisas dibujadas en el borde de la cama, pequeños silencios rodando bajo las sábanas.

Gocé de la paz que viene tras la batalla, volví a sentirme deseada, cacé al vuelo la música del ritmo que hacen dos cuerpos cuando se aman.

Me vi en un mundo de hadas y duendes, donde todo es magia y donde es sencillo ser la reina del amor mientras se aprende.

Paseé por un túnel del tiempo donde los segundos son más largos que un sonido lanzado al viento.

Fui capaz de contar, una a una, las estrellas que hay en el firmamento.



Desperté y deseé que cada noche volviera a empezar mi cuento.






Pero no sé si realmente todo esto ha sido un sueño, porque es lo que cada mañana, a tu lado, siento.










@Escritos