El cuerpo me sigue en la expresión de un sentimiento escondido bajo capas de seriedad. Y soy capaz de recorrer paisajes antes vedados, de traspasar fronteras sin necesidad de pasaporte, de nadar en aguas de bravas corrientes.
Sorprendo a la luna, redonda y amarillenta, con risas amplias y miradas ardientes; calor de suspiros del alma y anhelos de chiquilla enamorada.
Porque pienso en tu cuerpo junto al mío moviéndose a ritmo de samba y siento tu abrazo que me dirige firmemente sin dejar de mirarme con los ojos llenos de ternura.
Vueltas y vueltas,
distintos ritmos,
distintas fiestas.
Como en la vida, cada pieza tiene su música y su cadencia.
Pero tú y yo bailamos al unísono, al compás de cuatro pies; una vez con más gusto, otras con infinita paciencia, la mayoría con regocijo y apetencia.
Quien nos ve desde fuera ve dos cuerpos que parecen uno transmitiendo la unión de dos almas que se entienden, se acoplan y se sienten a gusto dando vueltas por la pista de la existencia.
Mientras, nosotros nos reímos de los pequeños fallos que cometemos y que enseguida rectificamos, y eso nos hacen sentir que tenemos aún mucho que aprender juntos.
Un, dos, tres
el ritmo del baile
lo llevo en mis pies.
Un, dos, tres
disfruto el regalo de haberte encontrado
y seguir tu ritmo sin plantearme más porqués.
@Escritos
Tengo ganas de encerrarme contigo en casa para no hacer nada.
Dejar pasar los minutos tranquilos sin gente alrededor que nos observe cómo nos miramos, cómo nos besamos, o cómo nos amamos.
Dejar pasar el tiempo mientras miramos el reloj corriendo despacio.
Beber las mieles de una conversación sosegada.
Quemar el alcohol que nos lleva a la madrugada.
Y notar tus manos dándome una palmada cuando me voy a dormir
y que me pidas que te espere para irme acompañada.
Sentirte cerca sin necesidad de verte.
Saber, incluso de espaldas, que estás al otro lado de la cama.
Notar tu calor expandirse hacia mí, hasta que acabo destapada.
Coger el sueño contigo notando cómo respiras y le das forma a tu felicidad.
Soñar que vivimos un sueño del que nunca despertar.
Abrir los ojos y ver tus besos en mi cara.
Planear un día de fotos y paseos por la orilla del invierno.
Despertarnos del todo bajo las gotas calientes y las pompas silentes.
Comenzar a revivir las mañanas.
Oler tu aroma por toda la casa y que me guíe hasta donde, como un crío, te has escondido.
Planchar la camisa a cuatro manos mientras las risas nos acompañan.
Meternos en la cocina para salir sin nada.
Mirarnos muy despacito y, sin decir nada, volver a irnos a la cama.
Tengo ganas
¡tantas ganas!
@Escritos
Veo el futuro lleno de luces de colores.
En él veo tus manos, en él veo
tu risa, en él veo miradas que lo dicen todo, en él veo el amor tranquilo de
quien sabe lo que importa en esta vida:
Sueños dorados como campos de
trigo
Días relajados como un mar tranquilo.
Vuelos conjuntos como una
bandada de mirlos.
Lazos que se aúnan a lo largo del camino.
Quiero un hueco en tu pecho para dormir tranquila.
Quiero
sentir ese abrazo que me protege de los fantasmas pasados.
Quiero tus
besos sellando el amor que tú y yo sentimos.
Quiero tenerte a mi lado
como estuve yo en tu vida.
Quizás parezca que pido mucho, pero sé
que esto es posible porque el cosmos ha decidido que, igual que yo soy tuya, tú
tienes que ser mío.
Porque no busco amores perfectos,
busco
amores verdaderos,
como el tuyo y el
mío.
¿Quieres?
@Escritos
