Me gusta mirarte cuando no sabes que lo hago.
Al levantarte, te
desperezas lentamente y mientras te atusas el pelo y te pones las zapatillas
sentado en la cama, yo te observo en silencio.
Me gusta cuando con cara
ausente, apoyado en la mesa de la cocina, esperas a que te saque de tu letargo
el sonido de la cafetera que te ofrece su café recién hecho para unirse con la
leche.
Me gusta verte cuando sales de la ducha y aún mojado, te miras de
frente y de perfil, para luego acercar la cara al espejo a contar cuántas nuevas
canas pueblan tus sienes. Luego, como un rito ancestral en tu historia, entornas
los ojos y le dices a tu imagen… ¡¡qué guapo eres!!
Me gusta observarte
sentado al volante de tu coche rojo mientras vas pensando lo que te espera,
repasando la agenda del día mentalmente, preparando la conversación que
mantendrás dentro de unas horas con aquellos que te esperan.
Me gusta
verte llegar y repartir 100 “buenos días” adornados con 100 sonrisas y 50 besos.
Y sentarte, relajarte, coger aire y oírte decir: ¡vamos allá!
Me gusta
verte en los ratos en los que aflojas el ritmo y piensas lo reales que son tus
anhelos.
Me gusta saber que ya vuelves a casa y que estás satisfecho. Y
verte de verdad descansar cuando plasmas tus pensamientos, cuando arrojas fuera
tus sueños, cuando bailas al ritmo de tu propia voz, cuando pones color a tu
mundo.
Me gusta sentir que de noche, cuando te vence el sueño, antes de
irte a dormir dejas tu mente vagar para imaginar quimeras dignas de ser vividas.
Y mientras tú haces todo eso, yo te veo sin que te des cuenta.
Porque aunque tú no lo notes, yo siempre estoy mirándote.
@Escritos
Jaja
ResponderEliminarcomo he ha gustado
a mi también me gusta mirarle, pero pocas veces no me pilla
Un abrazo
Coté, lo divertido de "este juego" es que no nos pillen, aunque es complicado porque nos solemos quedar extasiadas...al menos, yo.
EliminarCreo que es la mejor forma de conocer a alguien y un placer enorme, si es la persona que amas.
ResponderEliminarSaludos, Beatriz.
Cierto. Cuando no nos sentimos observados, somos naturales.
EliminarBueno, y una vez mirado y remirado... hay que dar un toquecillo para que se entere jajaja
ResponderEliminarUna bonita historia de admiración en silencio :D
Besos abisales
También es bonito saber que nos observan con admiración
EliminarVivir con pasión, es lo que nos conduce a todos esos actos robados en silencio a el ser que amamos.
ResponderEliminarY así alimentamos nuestros sentimientos para que el jardín siempre rezume frescura y buen aroma .
Un fuerte abrazo y un placer venir a visitarte Besos
Actos robados sin que tengan castigo, porque son robados por una buena causa ;-)
EliminarUna admiración ciega.
ResponderEliminarSaltos y brincos
Ciega, no...Tenemos que tener buena vista, jejeje
EliminarMirar a las personas que se quiere es una gran satisfacción y tú Beatriz lo has plasmado de una manera tan sutil de forma que si él lo supiera aún te querría más.
ResponderEliminarUn abrazo,
Creo que no me podría querer más ya.
EliminarEs tan bonito y considero a la vez tan dulce, poder observar, mirar atentamente y descubrir al otro cuando él no sabe que lo estamos observando. Las miradas se tornan caricias cuando nos fijamos en aquellos detalles que quizás en voz, o si nos descubrieran no sabríamos explicar.
ResponderEliminarSiempre es un placer leerte.
Feliz fin de semana!
Es cierto lo que dices: las miradas se convierten en caricias y como tal, nos dan satisfacción.
Eliminar:)
ResponderEliminarParece el paraíso.
Besos.
Si no lo es, se asemeja mucho a él.
EliminarEsa persona, de existir, es muy afortunada de tener cerca a alguien que le tiene en sus pensamientos, le desea lo mejor y le ampara desde lejos. Algo así como un ángel de la guarda dulce y alentador ¿no? Precioso, Beatriz, escribiste con el alma. Un beso
ResponderEliminarDebe haber un cuidado mutuo para que todo ruede. Lo que pasa es que cada uno lo expresa como mejor puede.
EliminarSaludos